
El día de ayer un fallo judicial -uno más en una larga cadena que se remonta a 1987- declaró a la nación mexicana (no al gobierno, sino a todos los mexicanos) propietaria legal de 39 obras de la pintora ibero-mexicana Remedios Varo. Esto, por desgracia, no quiere decir que aquellos que de verdad apreciamos la obra de esta poco conocida pintora podamos echar las campanas al vuelo. Los abogados de la señora Beatriz María Varo, sobrina de la artista, se han apresurado a interponer una apelación ante esta nueva resolución judicial. Doña Beatriz Varo argumenta que en México las obras de su genial tía no son debidamente apreciadas por los mexicanos, por lo que pretende llevárselas a suelo español, donde éstas podrán adornar su sala y pasar a manos de algunos museos y coleccionistas privados. Europeos, eso sí, y bien conoisseurs todos ellos.
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