Carne que, ardiente, hiere desde el recóndito cajón de mis recuerdos. Higo maduro, miel, terciopelo que una mano tímida no alcanzó jamás y que hoy llora la sombra inminente del perfil de la memoria. Me duelo de ti y de mí; de mi impotencia del amor hallado muerto al pie de tu escalera infinita... -JP Imagen: Auguste Rodin , El Beso
¿A dónde ir cuando no quedan islas para naufragar?