Despacio, Alberto fué quitándole una a una las prendas. Una hilera de luces tenues color ámbar iluminaba el lugar, ahora oculto a las miradas de la gente, mientras aquella silueta iba quedando despojada de sus ropas. Sus manos, diligentes, desabrochaban con cuidado los botones de la blusa uno a uno hasta dejar a la vista aquella piel de tono perfecto. Cuando hubo terminado con la última prenda, retrocedió unos pasos y contempló en silencio el resultado. Cerró los ojos y barajó la infinidad de posibilidades que ahora se mostraban frente a él, sin saber por dónde comenzar. Finalmente abrió los ojos, suspiró y, sonriendo, avanzó hacia ella... -¡Alberto, carajo! Si no terminas de una vez de vestir a ese maldito maniquí te voy a dejar encerrado en la tienda y a ver quién te saca.
Comentarios
Saludos!
Esta mañana me acordé mucho de ti. [Yo no quiero un amor civilizado...] Hoy amanecí con una canción atravesada sobre un sujeto que ambos conocemos. [Yo no quiero saber por qué lo hiciste...] Me acuerdo del hotel, me acuerdo de una noche, me acuerdo de nosotros dos hablando de él.
[Y morirme contigo si te matas,
y matarme contigo si te mueres...]
Ay, Jean! El dolorcito apretujado también son pilas para la vida. Créeme que ahí va uno contra los gigantes sin tener ni un porquito de miedo.
Atte.
La Aprendiz de Bruja
[Porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren...]
y que hermosas letras se encuentra uno x aquí...
Cada nuevo día, como una pintura llena de sorpresas... y dicen algunos que perdemos la capacidad de sorprendernos... por eso te quiero, eres especial en mi corazoncito =)
Saluditos saturnianos!