Ir al contenido principal

A mi abuela

Brindo por ti,
por las horas de gracia
que en lenta procesión
se sucedieron al final.

Por la nota disonante
aunque profunda que
con tu última sonrisa
me obsequiaste.

Por tus besos, tus regaños;
por ser tierra fértil
en que se afianzaron
mis raíces y de donde
nutren su savia mi voz,
mi letra y mi canto.

Brindo, no por aquella
que fuiste al final,
brindo a tu vida,
al principio motor
de tu existencia,
a tu fuerza inigualable
de escollera, refugio
constante de fe,
de amor y dignidad.

Brindo por ti,
mi viejecita...

~JP

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Te encontré anoche, desprevenida. Dormías acurrucada bajo una mirada fugaz. ¿Pero, dormías? El que dormía era yo, ignorante de la sensación tibia, de recién nacido que hay entre tus labios. Ahora busco en cada mirada, esperando despertar dentro de tu sueño.

No

René Magritte, Nostalgia del hogar No te extraño a ti no extraño la sombra que dibuja tu contorno la voz la música el abrazo tu suave figura entre mis brazos y el olor de tu pelo musgo de luna sombra orquídea pero no no te extraño a ti

Fantasmas

De vez en cuando, desde algún rincón oscuro de la memoria, nos asalta una idea, un dejo de otros tiempos que nos recuerda, así sea por apenas un segundo, lo que fuimos. Y entonces, como movidos por un impulso leve, casi apenas perceptible, nos inclinamos a recoger ese trozo de memoria en sepia en el que un rostro, un gesto, o un lugar nos transporta a otro tiempo, a otro yo que fue sin dejar de ser del todo. He aquí mis letras desteñidas por casi cinco años. Lejos de borrarlas, he decidido mantenerlas y aumentarlas para mí (quien sabe con qué fin). Si acaso las lees, ya elegirás qué hacer con ellas...