Despacio, Alberto fué quitándole una a una las prendas. Una hilera de luces tenues color ámbar iluminaba el lugar, ahora oculto a las miradas de la gente, mientras aquella silueta iba quedando despojada de sus ropas. Sus manos, diligentes, desabrochaban con cuidado los botones de la blusa uno a uno hasta dejar a la vista aquella piel de tono perfecto. Cuando hubo terminado con la última prenda, retrocedió unos pasos y contempló en silencio el resultado. Cerró los ojos y barajó la infinidad de posibilidades que ahora se mostraban frente a él, sin saber por dónde comenzar. Finalmente abrió los ojos, suspiró y, sonriendo, avanzó hacia ella... -¡Alberto, carajo! Si no terminas de una vez de vestir a ese maldito maniquí te voy a dejar encerrado en la tienda y a ver quién te saca.
Comentarios
Gracias x todo Yan!
Saludos saturnianos!
Espero encontrarte otra vez pronto por estos rinconcitos virtuales =)
jajaja no pues chida imagen, man... be happy y nos vemos pronto.
La Aprendiz de Bruja
[La pobrecita se volvió loca de pronto...]
PD: Chagall dibuja precioso, aunque siempre me ha parecido muy triste. Quizá sean los colores.
Un buen fin de zemana y una bella zemana!
Te Quiedo Mucho!
Con cadiño: Duze!
=)
y me gustó.
Asi, a veces se vive , a veces se escribe.