Ir al contenido principal
¿Para qué? ¿hacia dónde caminamos?
De la mano de la incertidumbre
guía
madre
compañera
nos arrastramos a tientas por el mundo,
llamando a las puertas, probando
por si acaso encontramos nuestro nido...
¿Lo hallaremos?

-Jean P.

Comentarios

Gina Nordbrandt dijo…
Sí lo hallarás porque yo te sé inmensamente mágico.

Gracias por curar mi alma tantas veces.

Besitos de azucar.

Te quiero mucho.

Me da gusto seguirte hallando por aquí con este blog tan bonito =)
Anónimo dijo…
Ve donde el corazón te guíe.
Saludos ;)
Gina Nordbrandt dijo…
Y yo no sé quien me dijo "no soy poeta" claro que lo eres, y de los mejores =), x eso te admiro.
Las sequías mentales son momentaneas.
Besotes!!!!
Anónimo dijo…
Hallo meine Jean Paul auf mein Herz! Ich Vermisse Dich! :( Sabes una cosa? Me encanta leerte y ver tu alma a traves de tus escritos, la verdad es algo maravilloso. Sabes que eres importante para mi, muy especial y te admiro mucho!

Y bueno, la incertidumbre y las dudas como vos me habeis dicho alguna vez, vienen de paquete, lo bueno es aprender de ellas. Estoy segura que tanto tu como yo asi como toda la demas gente que se siente como nosotros, encontraremos nuestro nido, y podremos cumplir nuestros deseos y misiones.

Te quiero muchisimo mon amie! Tschuss! :) Kuss und hugs! Espero verle pronto, le extranio! :)

From your dreams...
Josephine

Entradas más populares de este blog

Te encontré anoche, desprevenida. Dormías acurrucada bajo una mirada fugaz. ¿Pero, dormías? El que dormía era yo, ignorante de la sensación tibia, de recién nacido que hay entre tus labios. Ahora busco en cada mirada, esperando despertar dentro de tu sueño.

No

René Magritte, Nostalgia del hogar No te extraño a ti no extraño la sombra que dibuja tu contorno la voz la música el abrazo tu suave figura entre mis brazos y el olor de tu pelo musgo de luna sombra orquídea pero no no te extraño a ti

Fantasmas

De vez en cuando, desde algún rincón oscuro de la memoria, nos asalta una idea, un dejo de otros tiempos que nos recuerda, así sea por apenas un segundo, lo que fuimos. Y entonces, como movidos por un impulso leve, casi apenas perceptible, nos inclinamos a recoger ese trozo de memoria en sepia en el que un rostro, un gesto, o un lugar nos transporta a otro tiempo, a otro yo que fue sin dejar de ser del todo. He aquí mis letras desteñidas por casi cinco años. Lejos de borrarlas, he decidido mantenerlas y aumentarlas para mí (quien sabe con qué fin). Si acaso las lees, ya elegirás qué hacer con ellas...